Hablando del Tarot

Hablando del Tarot
Circe


16-02-2009
Con frecuencia me preguntáis en vuestras cartas por el tarot ¿Qué es? ¿Porqué echarse la cartas? ¿Qué es una tarotista? He prometido organizar unos talleres de sanación a través de los conocimientos de los mitos y el tarot mítico para que un fin de semana vengáis a compartir conmigo a Latido Tierra ese tiempo, os ofrezco mi experiencia y mi tiempo, pero por ahora habremos de confórmanos con una respuesta corta dedicada especialmente a ese grupito que tanto insiste en el tarot y su significado.
El tarot es una mancia, un camino y un método de sanación interior, no vamos a entrar en conceptos históricos, pero es un medio grafico para expresar los caminos del hombre, su nacimiento, sus ciclos y sus decisiones. Cada uno de los arcanos tiene varios niveles de lectura y de conocimiento, pero un tarotista que se precie, no ha de conocer solo el tarot, ha de ser un sanador del alma, un chaman y un guía emocional. Ante todo el tarotista es un enfermero del alma. Trabaja del lado del consultante. No lo juzga por sus defectos; y para eso debe estar muy en contacto con sus propias debilidades humanas. Recordemos que de la compasión nace la empatía, todos tenemos nuestras zonas heridas, nuestros rincones de egoísmo y mezquindad. Lo que lastima a los demás podemos verlo reflejado como si fuera nuestra propia herida en carne viva. Y eso nos hace permeables a la empatía y abre la puerta a la sanación, nos sana quien escucha, quien nos entiende, quien nos respeta.
En cuanto a conectar y leer, los probables futuros o los caminos aconsejados en las cartas requiere humildad y dialogar con las ellas, hacernos amigos de cada arcano, entender su tres niveles de significado, entender la figura sus colores y formas su significado escondido, lo oculto. A los amigos uno no los juzga, los acepta como son. Les ve el lado bueno. Acercándonos de tal modo a las cartas no le tendremos miedo si sale La Muerte porque la reconoceremos como el fin de un ciclo y una liberación, la entenderemos como un cambio drástico pero que es parte de las leyes de la vida que muchas veces nos lleva a renacer a una nueva forma de ver las cosas o a un nuevo trabajo.
También es muy importante que dejemos la mente en blanco, nos apartemos de los problemas propios y estemos dispuestos a escucharlas, "escuchar", que es una manera de decir (porque la intuición se abre en cada persona de manera muy diferente y estos "mensajes" pueden llegar por vía auditiva, visual, a través de sensaciones físicas o de emociones) se empieza a desplegar el arte del tarotista que toma como punto de partida estos elementos aportados por los arcanos del tarot, los relaciona con el tema que inquieta al consultante y le agrega, siempre en la dirección que marcan las cartas, todo lo que percibe, lo que siente, lo que conoce, cuanto más sabe uno de la energía del todo, de los significados escondidos y hasta de la historia del tarot.
Empezando claro, por nosotros mismos; nuestro trabajo con el tarot debe ayudarnos a conocernos con una honestidad que al principio resulta desagradable, porque pone de manifiesto nuestras debilidades, pero después nos ayuda a aceptarnos como somos y a amarnos a nosotros mismos, a crecer viviendo conscientes de nuestros defectos y de este modo mejorarlos y desde ese lugar, ayudar a las personas. Me decís que el tarot asusta, da miedo, pues sí da miedo, porque el poder siempre da miedo, el conocimiento es poder y por tanto responsabilidad y ¿quién quiere eso? Pero también es un medio de conocimiento y sanación, así que los que tengáis miedo del tarot, sabed que es un medio de sanación, si uno así lo desea o de coacción, porque todo los bueno y lo malo está en todas las cosas y solo es el corazón de quien lo usa el que decide su dirección. Circe - circelabruja@gmail.com